La mayoría de los colores naturales son colores vegetales de plantas (raíces, bayas, cortezas, hojas y madera) y otras fuentes orgánicas como hongos y líquenes.

Los arqueólogos han encontrado evidencia de tintes textiles del período Neolítico. Los tintes hechos de plantas, cortezas e insectos se han usado en China durante más de 5000 años.

El proceso básico de teñido ha cambiado ligeramente con el tiempo. Por lo general, el material colorante se coloca en una olla con agua, luego los textiles se colocan en la olla, que se calienta y se agita hasta que se transfiere el color. La fibra textil se puede teñir antes de hilar, pero la mayoría de los textiles se tiñen después de tejer.

Muchos tintes naturales requieren el uso de químicos llamados mordientes para adherir el tinte a la fibra textil;  Antiguamente se utilizaban taninos de hiel, sales, alumbre natural, vinagre e incluso amoníaco procedente de orina envejecida. Muchos mordientes, y algunos de los tintes en sí, generan olores fuertes y, como resultado, muchos trabajos de tinte a gran escala a menudo se realizaban en áreas alejadas del centro de la ciudad.

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